Ningún lugar está lejos...

martes, mayo 22

De costa a Costa...

Amo la playa... siempre que voy procuro pararme frente al mar y vertir en el las penas o compartir alegrías. Este fin de semana en Algarrobo caminé frente a la costanera por un breve momento, la verdad es que no sentí necesidad de compartir nada con él porque la compañía que tuve estos días a mi lado pareció suplir aquella necesidad de enfrentar el océano... auque sea de la costa.
Fuí feliz... inmensamente feliz, porque sentí libertad en compañía, eso supongo no es tan fácil de sentir o al menos es un gran paso.
Quisiera pasar muchos fin de semanas como el que pasó... lástima que salen tan caros...jajaja :) Algarrobo es precioso pero asaltan en cada local cuando entras a consumir algo.
El único lugar que me gustó fue "El Muelle", los happy hours son bastante buenos, el local es bien moderno... lindo.
En Valpo las cosas cambian, el ambiente porteño es diferente, si bien la gente es amable, pintoresca, bohemia, no faltan los locales por toda la subida Ecuador con karaokes y tragos a Kina... como todo puerto es desordenado y sucio :( me cargan las ciudades sucias... pero en fin estuvo entrete, diferente.
Me sentí muy tranquila apesar de cualquier cosa, dormí más que nunca... tomé super poco aunque eso fue por circunstancias ajenas a mi voluntad y obviamente por un motivo bastante justificable jsjsjs... me porté demasiado bien :) oooooooohhh ahora estoy tomando conciencia de que me porte como toda una mujer ñoñamente feliz.

La mañana del 21 de mayo la pasamos en Valpo y no alcanzamos a cashar la escoba que quedó en plaza victoria que estaba al frente del patio de comidas en donde estabamos comiendo, solo cuando salimos sentimos el olor a bombas lagrimógenas que conocemos casi de memoria por todas las protestas acá en Stgo y que nos hacen casi inmunes a sus efectos.
El mercado cerca del centro, del Congreso es simplemente ASQUEROSO, mala atención, mala comida, no merece más mención. Sin embargo, el mercado frente al Puerto de Valpo es exquicito, buenas comida, buena atención, solo el olor a Gato del primer piso pareciera aguar el festín con que uno cuenta cuando se va camino a los restaurantes, pero luego de llegar al 2° piso las buenas ofertas y los olores mas embolventes hacen sentir la más motivante satisfacción de comer las exquiciteses del mar.

Mi menú: Cerveza, Ceviche, ensalada a la chilena, empanada de mariscos, Paila Marina... ese fué mi menú.
El de Neto: Cerveza, Ceviche, ensalada a la chilena, consomé de mariscos, Pescado con Puré.
Pan calentito, mantequilla y buen pébere, como corresponde! la persona a cargo de nuestra mesa demasiado amable. El frito del pescado muy bueno, se notaba que la persona en la cocina sabía perfectamente lo que estaba haciendo. El ceviche con la cebolla bien amortiguada y picada fina, condimentado debidamente, cilantro en su justa cantidad y el limón suavemente a disposición de terminar de empapar a gusto del consumidor. La paila marina con las conchas justas, la mayoria de los mariscos estan dentro de ella, en lo personal me gusta así, sin tanto aparateje para comer, tenía camarones en abundancia... almejas, choritos, machas, pescados... etc. La empanada con poca cebolla y hartos mariscos, la masa suave y no aceitosa. Qué más se puede pedir? aparte de la excelente compañia ;)

De vuelta, su merecida siesta al ritmo de La Oreja de Van Gogh como la tónica del todo el paseo, no llevé otro disco, *lamentable*

La cruda y cruel realidad de llegar a Stgo, el metro casi lleno, la micro llena, el frío calando los huesos, smog y el sónido de las bocinas a todo lo que dan... triste, hubiera deseado no volver... por lo menos no tan luego.

Sheila